Impacto del Consumo de Alcohol
No hay que obviar que el alcohol ingerido en una bebida es absorbido en el aparato digestivo, desde donde pasa a la circulación sanguínea en la que puede permanecer hasta 18 horas. Es eliminado finalmente a través del hígado.
El consumo de alcohol puede producir daños en los consumidores dependiendo de multitud de variables: sexo, edad, peso, estado físico, estado psíquico, tipo de alcohol, situación…
De cualquier modo, existen circunstancias o características del consumidor que pueden acelerar o agravar los daños asociados a su consumo:
La edad: los jóvenes son más sensibles al impacto que tiene el alcohol en actividades relacionadas con las funciones de planificación, memoria y aprendizaje, y son más «resistentes» que los adultos a los efectos sedantes y a la descoordinación motora.
El peso: el alcohol afecta de modo más grave a las personas con menor masa corporal. En general, la mujer pesa menos y el tamaño de sus órganos internos es proporcionalmente más pequeño. Por lo tanto, menores cantidades de alcohol pueden generar más rápidamente daños psico-orgánicos y desarrollar problemas con el alcohol más fácilmente que en el varón.
El sexo: las mujeres metabolizan el alcohol de manera diferente a los hombres, por lo que ante un hombre y una mujer del mismo peso, ella experimentará los efectos del alcohol de manera más rápida. Lógicamente, el hecho de que las mujeres sean más vulnerables a las consecuencias negativas de los abusos con el alcohol, y que puedan padecer problemas de consumo más rápido que los hombres, no significa que los hombres no experimenten este tipo de efectos. Por ejemplo, en lo que respecta a la mortalidad y la morbilidad, el porcentaje de defunciones atribuibles al consumo de alcohol entre los hombres asciende al 7,6 % de todas las defunciones.
La cantidad y rapidez de la ingesta: una mayor ingesta de alcohol en menor tiempo provocará una mayor posibilidad de intoxicación y aparece mayor o menor riesgo de sufrir problemas de acuerdo a la cantidad de alcohol consumida.
La combinación con bebidas carbónicas (tónica, colas, etc.) acelera la intoxicación.
La combinación con otras sustancias, como los tranquilizantes, relajantes musculares y analgésicos, potencia los efectos sedantes del alcohol. Cuando se combina con cannabis se incrementan los efectos sedantes de ambas sustancias; en el caso de la cocaína, que es un estimulante, los efectos se contrarrestan, pero la toxicidad de ambas sustancias es mayor que si se consumieran por separado.
La ingestión simultánea de comida, especialmente de alimentos grasos, enlentece la intoxicación pero no evita ni reduce los daños al organismo.
Consumo problemático / Adicción
La adicción es un proceso complejo y variable que depende de muchos factores por lo que no existe un tiempo o momento concreto a partir del cual una persona pueda considerarse adicta.
Sin embargo, suele ser frecuente que el tiempo se vaya reduciendo cuando se suman variables como: mayor cantidad de consumo // mayor frecuencia de consumo - menor distanciamiento entre dosis // menor edad del consumidor // consumos prolongados // vulnerabilidad personal.
En el plano social, hay que tener en cuenta los factores ambientales que incluyen el desarrollo económico, la cultura de normalización de su consumo y la casi total disponibilidad de bebidas alcohólicas.
En cuanto a los factores de riesgo individuales, no existe un único factor de riesgo que sea claramente dominante, pero cuantos más factores de vulnerabilidad converjan en una persona, más probable será que esa persona desarrolle problemas relacionados con el consumo de alcohol, al igual que ocurre con cualquier sustancia psicoactiva.
El concepto consumo de riesgo es difícil de consensuar ya que dependerá del tipo de consecuencia que se esté evaluando para establecer el riesgo. Por ejemplo, no se puede aplicar el mismo criterio para la conducción de vehículos que para la patología cardiovascular.
Un consumo de riesgo, de todos modos, nos habla de que es más probable que quien practica un determinado estilo de consumo, desarrolle problemas de salud provocados por el alcohol; además, es posible que el organismo ya sufra algún trastorno aunque el interesado no lo perciba.
El consumo de alcohol no está exento de riesgo y debe de ser = CERO en
- Niños
- Mujeres embarazadas
- Mujeres en período de lactancia.
- Personas que padecen enfermedades (por ejemplo, del hígado o del aparato digestivo).
- Si tras consumir se va a conducir vehículos o manejar maquinaria.
- Si se padece algún trastorno psíquico
- Si se está tomando medicamentos que desaconsejen su consumo
Aunque no existe un consenso, la mayor parte de autores se muestran partidarios de considerar bebedor de riesgo a quien consume gran cantidad de alcohol en poco tiempo; es decir, que al menos una vez al mes tome 5 ó más bebidas alcohólicas que supongan más de 8 UBEs (4 combinados, o 4 cañas de cerveza más 2 combinados, por ej.) en una sola ocasión o en un periodo corto de tiempo (horas). Esta conducta, que en la literatura profesional se conoce como “atracón” o “binge drinking”, es de alto riesgo y es la que siguen actualmente una parte de los jóvenes en España y en otros países de nuestro entorno.
Para conocer más sobre conceptos como tolerancia y dependencia visitar http://bit.ly/18xswRv
Fases de la enfermedad alcohólica
Fuente imagen: Fases de la enfermedad alcohólica: http://bit.ly/1OXYKJ2