¿Qué riesgos provoca?
La sobredosificación con estas sustancias produce una situación que puede ser muy grave. Se trata de un cuadro de naturaleza simpática caracterizado por ansiedad, agitación, náuseas, temblores, rigidez muscular, tensión en las mandíbulas, hiperhidrosis y midriasis. En casos graves se produce taquicardia, hipertensión, hipertermia y colapso vascular. La hipertermia es a veces tan intensa que se han descrito casos de muertes por deshidratación. También se han producido convulsiones, arritmias, hemorragias cerebrales secundarias a la hipertensión, rabdomiolisis, coagulación intravascular diseminada (CID), insuficiencia renal, necrosis hepática y coma. Los efectos tóxicos aumentan en presencia de alcohol o con el uso simultáneo de antidepresivos.
Un aspecto fundamental en la génesis del cuadro de sobredosificación, es la composición o naturaleza impredecible de la droga. Para reducir los costes de producción es frecuente que esté "adulterada" con cafeína, analgésicos, antidepresivos, efedrina, antibióticos..., que pueden multiplicar los daños causados al organismo.
Por otra parte, recientes experimentos en animales, ponen de manifiesto la destrucción de neuronas serotoninérgicas en diversas regiones del cerebro. Se postula que el consumo de estas drogas, origina a largo plazo alteraciones de naturaleza psiquiátrica tales como psicosis paranoide o esquizofrenia.